En mi vida como diseñador gráfico me he presentado a muy pocos concursos de diseño, sólo los estrictamente necesarios por estudios y poco más. Culpa de esto, en parte a que nunca gano nada y otra a que, en mi opinión, nunca gana el que se lo merece.
¿Y por qué no gana el que se lo merece? Simplemente porque el jurado que otorga los premios desconoce qué es el diseño gráfico.
Si se convocara un concurso de fabricación de un nuevo modelo de coche por una empresa nueva se valoraría, a parte de la estética de los modelos presentados, la funcionalidad, el consumo, la seguridad,etc. A nadie se le pasaría por la cabeza que parte del personal de la empresa, a no ser que fueran expertos en el tema, o un amigo, o un político, etc. formara parte de este jurado. En el diseño gráfico se miden también muchos de estas características pero casi todo el mundo las desconoce.
Preguntale a un jurado de cualquier concurso de diseño gráfico a ver en que basa su selección. Seguramente te diga que «Me gusta«, palabra superprohibida censurada de nuestra profesión y tan de moda ahora por culpa de las redes sociales.
¡Perdone señor! pero yo no he hecho esto para que simplemente le guste, detrás de todo esto hay un significado y unas características que quiero que se valoren. El diseño gráfico es más que un me gusta.
Y todo esto se extiende a muchos otros campos. Por ejemplo la política. El ministro de economía, por ejemplo, se elige a dedo. ¿No sería lógico que el ministro de economía fuera alguien que tenga la carrera de economía?¿No sería lógico que un jurado de un concurso de diseño gráfico entendiera del tema?
Se podría hablar tambien de los premios, requisitos y otras que al final hacen que presentarse a un concurso sea toda una experiencia, pero también se que cuando no hay mucho que hacer y se tiene una buena idea siempre queda la esperanza de que el jurado sea profesional y justo.